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—El camino que conduce a la ciudad pasa por un desfiladero del que cuelgan a sendos lados, los cuerpos inertes de antiguos traficantes. Para llegar a Nyartha, es necesario poseer un buen transporte si no quieres adornar las rocas con tu sangre. Los Ïurnon custodian la entrada y no se dejarán sobornar por menos de una bolsa de plata. Una vez fueron una tribu nómada que vivía en armonía con la Madre Tierra, pero ahora, con la llegada al trono de Zoorwen, se han convertido en vulgares asaltantes y asesinos. No queda nada puro en ellos. El desierto ha dejado de ser la cuna del hombre libre— el druida hizo una pausa y miró al joven—. Ahora dime, ¿qué piensa hacer un simple niño, para llegar vivo a la ciudad?
Las palabras del anciano se anclaron en la mente del chico. Recordó cómo días atrás, este viejo druida lo había salvado de una muerte segura en el desierto. Estaba solo y perdido. Agotado y derrotado. Lo habían desarraigado de todo cuanto él conocía y lo único que le quedaba en el mundo, se encontraba en una de las ciudades más peligrosas del reino: Nyartha, cuna de los traficantes de esclavos.
—No lo sé —contestó sobrecogido—, pero tengo que rescatar a mi hermana.
Yorhëm cerró los ojos conteniendo las lágrimas. El anciano había visto tanto dolor en el niño y tantos eran los hombres que habían perecido tratando de cruzar el desfiladero, que conocía la suerte que correría el pequeño, de acercarse.
El viejo druida le miró a los ojos y escudriñó en el corazón del chico. No halló ni un ápice de venganza en él, sólo el temor de no volver a ver al único miembro de su familia que aún le quedaba con vida. El anciano sabía que su búsqueda era peligrosa y noble a la vez, mas temía que el desenlace no fuera el deseado. ¿Qué sería de él si consiguiera acceder a la ciudad pero no pudiera rescatarla? ¿Su frágil corazón se vería envenenado al fin, por el odio? ¿Quizás buscaría la venganza o tal vez, el fin de su sufrimiento: la muerte?
Algo extraño había en los ojos de aquél chico de tez rojiza. ¿Cómo puede mantenerse el amor puro tras el horror y la desesperanza? Yorhëm recordó entonces, una vieja historia acerca de un joven que cruzó el yermo desierto en busca de un amor robado. Se la escuchaba contar a su maestro, cuando él no era más que un estudiante. Decía que ese chico traería la paz de nuevo al reino y que la oscuridad se llevaría consigo, la podredumbre de los hombres. Por aquellos tiempos, Yorhëm no comprendía la historia. Cuando él era joven, Nyartha era fértil y verde. Una ardilla podía cruzar de norte a sur todo el reino, sin tocar el suelo. Ahora miraba a aquél chico de tez rojiza preguntándose si la vieja historia que contaba su maestro, era algo más que una leyenda antigua. ¿Había salvado él, de la insolación, al Niño Guepardo?
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Niño Guepardo.
Autor: Pilar Ortiz
Imagen: Elicia Edijanto
8 comentarios
Hola!!!!! Me has dejado con ganas de más. Ojalá pueda rescatar a su hermana, el único miembro que le queda de su familia.
Una historia muy bonita.
Besos.
Gracias Marigem! Ya veremos lo que hacemos. Se trata de una improvisación espontánea, diseñada para aparentar ser el fragmento de una novela de fantasía. Me alegra ver que el resultado es el esperado ^^
Un abrazo!!
Definitvamente, te prefiero en tu versión prosaica. Ojalá pudiera apreciar tu poesía como te mereces, pero cuando uno es un zote lo mejor es admitirlo.
En cambio, amiga, aquí si que disfruto de tu lectura 🙂
Gracias, majo xDDD
No te preocupes, yo soy la primera en admitir que mi gran Talón de Aquiles es la poesía.
Me alegro de tenerte por aquí.
Un beso.
hola¡¡¡ me quede como incompleto¡¡… que se venga la segunda parte¡¡ saludos, gustavo
Hola Gustavo, bienvenido!
Lo cierto es que nunca he continuado la historia. Fue algo que improvisé al encontrar la imagen que la acompaña, pero me halaga mucho saber que tienes ganas de más. Lo pensaré 😉
Un saludo ^^
Ola. Tres cosillas para las 10:55pm .primero q me gusto por unos segundos me encontre pegado a tus lineas.. y me termine d leer tu . relato.. lei de un druida q me parece interesante sinbembargo seria bueno como se llama de donde bino y en donde termino . Lo imagino y como q no me cuadra la idea.. con un toque de grasia y algo de picante se podria poner un poquito de humor jocoso….igual grasias por compartir tus lineas me as hecho viajar jajajaja saludos y un recontra abrazo
Hola Miguel, bienvenido.
El texto es una improvisación redactada para que parezca un fragmento de una novela. No tiene texto precedente ni sucesor, es un ejercicio de escritura. Celebro que te guste.
Un abrazo.
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