Ocurre, a veces, que nos encontramos con ciertos poemas y poetas, cuyo mensaje y manera de expresarlo, nos dejan completamente cautivados. Al leerlos, sentimos un hormigueo interno recorriendo el cuerpo y la sensación de que nuestro pecho se expande. A menudo, al último verso le sigue una buena apertura de párpados y un «oh» que perdura, inaudible, en nuestros labios entreabiertos.
Como ya mencioné en el post anterior, escribir poesía no es fácil, de hecho, es algo que hay que entrenar y que no basta con tener una idea, sino que hay que saber expresarla con pocas palabras, en un reducido espacio y de una manera creativa, capaz de sacudir y enganchar al lector.
¿Cómo aprender a hacerlo?
Si te has decidido a escribir poesía, ¡enhorabuena! Te consideras una persona imaginativa, hábil en el uso del lenguaje y en fuerte comunicación con tu parte emocional —porque sí, existen personas que nunca hacen las paces con su parte emocional o que, simplemente, no aprenden a gestionarla de una manera sana—.
Por otro lado, te diré que, si esperas hacerte rico con ella, aplaudo tu optimismo, porque no es el género literario que más vende y me temo que tendrás que seguir teniendo otro trabajo que te dé de comer. Ánimo, no eres tú solo.
Muchas personas piensan que escribir poesía en solo agrupar una serie de líneas con más o menos el mismo número de sílabas y que las últimas palabras de cada línea, rimen entre sí en la medida de lo posible. Claro que, si la cosa fuera tan fácil, no existirían los cientos de cursos sobre poesía que están, hoy día, disponibles en el mercado. Mi recomendación es que busques el que más se adapte a tus necesidades. De seguro, encontrarás más de uno que te parezca interesante.
¡Que no te de pereza! La formación es uno de los pilares fundamentales para ser escritor.
Pensarás que formarse está muy bien, pero no todo el mundo se lo puede permitir. Calma, para todo llega su momento. Lee mucho, la lectura es un gran maestro y los cursos, cuando se pueda —si se puede, no todos los escritores terminaron sus estudios, como el novelista, José Saramago—.
Pero en la poesía, tiene que haber algo más. ¿Cómo se inspira, entonces, un poeta?
La poesía es un cóctel de emociones vertidas dentro de una copa bien bonita. Unas veces, es elegante y sutil, y otras, grotesca y directa. Sea como sea, nunca deja indiferente.
La poesía nace de dentro, bebe directamente de las emociones del poeta y de la capacidad empática del mismo para con los demás.
Hay poetas que se aferran a una emoción que están sintiendo con fuerza (amor, odio, tristeza…) y lo utilizan para crear sus contenidos. Otros, son capaces de conmoverse con las vivencias de otra persona y utilizarlas como fuente de inspiración —como ocurre mucho en la poesía de carácter social y/o reivindicativo—. También los hay quienes se inspiran en obras de arte, fotografías, paisajes e incluso música, a la hora de escribir. Por supuesto, también están los que utilizan todo lo citado anteriormente, a la hora de trabajar en sus creaciones.
La formación es uno de los pilares fundamentales para ser escritor.
Personalmente pienso que todos tenemos un poco de todo. A mí, por ejemplo, me gusta mucho inspirarme en imágenes, ya sean fotografías o pinturas.
Sin embargo, me siento más cómoda visualizando escenarios dentro de mi cabeza. Entonces me pregunto qué historia podría haber detrás de cada paisaje o qué emociones podría sentir alguien que estuviera atrapado en ellos y a raíz de estos pensamientos, me pongo a escribir.
Por supuesto, no existe un poema impersonal, al menos, eso pienso. Siempre hay algo de ti dentro de cada uno de ellos y ya depende del lector la tarea de indagar qué parte del poema es real y qué parte es ficción.
O simplemente puede fluir con lo que lee y sentirse identificado.
Porque la poesía tiene ese don de conectar con la parte más privada de cada uno, con aquello que no queremos revelar, con nuestros miedos y secretos e incluso, con nuestros mayores momentos de felicidad.
¿Por qué ocurre esto?
Porque a pesar de que vivimos en una sociedad en la que se nos impone una imagen determinada, que se centra en lo material por encima de todo, en unos cánones de belleza y moral, establecidos; seguimos siendo seres emocionales.
Y ¡ojo! Eso es algo maravilloso.
La poesía es un canal excepcional para liberar emociones, especialmente para aquellas personas a las que les cuesta expresar sus sentimientos en persona, como me ocurre a mí, por ejemplo.
Yo empecé a escribir poesía, en mi infancia, porque me costaba hablar sobre mis emociones. Así que si sientes que tienes algo que decir y no sabes cómo hacerlo, escríbelo, te sentirás mejor. Después, si quieres, se lo enseñas a la persona que creas conveniente, pero primero hazlo por y para ti.
La poesía tiene ese don de conectar con la parte más privada de cada uno.
Espero haberte dado algunas ideas para inspirarte en tus próximas creaciones y si siempre te has preguntado en qué se inspira un poeta para escribir lo que escribe, espero haber satisfecho buena parte de tus dudas.
Y tú, ¿qué utilizas para inspirarte?
Responsable: Pilar Ortiz Andrés. Finalidad: Moderación de los comentarios en el blog. Legitimación: Tu consentimiento. Destinatarios: Los datos que me facilitas estarán ubicados en los servidores de Raiola Networks SL. dentro de la UE (España). Derechos: Podrás ejercer tus derechos de Acceso, Rectificación, Limitación o Suprimir tus datos enviando un email a: contacto@laeroticadelguisante.es Información adicional: Disponible la información adicional sobre la Protección de Datos Personales aqui