Si vas a ser mamá o papá (o ya lo eres) y estás acumulando referencias infantiles para lo que se te viene encima (o ya está aquí), muy posiblemente te habrás dado cuenta de la inmensa cantidad de cancioncillas infantiles y poemillas que hay para niños. Quizás, todavía, no te hayan llamado demasiado la atención, pero ¿no te has preguntado nunca por qué todo lo relacionado con el mundo infantil parece tener rima?
Si acabo de darte algo nuevo en lo que pensar no te agobies, te lo cuento.
El mundo infantil está repleto de poesía. No es por el mero hecho de que la musicalidad de las palabras o el ritmo al recitar un poema resulten llamativos e interesantes para las mentes infantes.
Las razones van mucho más allá de esto y te las cuento a continuación.
¿Quién dijo que la poesía no era para niños?
La poesía es un género literario complejo que va mucho más allá de entrelazar meras palabras bonitas.
Como ya tratamos en el artículo ¿Por qué leer poesía?, a diferencia de un texto narrativo, la poesía requiere de un esfuerzo por parte de quien la lee o recita y también, por parte del que la escucha.
Esta característica tan peculiar la convierte en un género muy amado por unos, pero también, muy detestado por otros.
En cuanto a los niños, la poesía es fundamental para su correcto desarrollo.
Cuando le leemos un poema a un bebé, aunque no nos entienda, estamos facilitándole la adquisición del lenguaje y potenciando sus habilidades comunicativas. Además, la musicalidad y el ritmo de los versos favorecen la expresión corporal y en niños que ya saben leer, les ayuda a conectar con su cuerpo, mejorando su coordinación y capacidad motora.
Un niño que lee poesía potenciará su expresión verbal y dicción a través de las rimas. También desarrollará la memoria auditiva y rítmica.
La poesía impulsa la creatividad y la imaginación. Además, es una excelente herramienta para la comprensión de conceptos —desde muy simples a cada vez más complejos—, de una forma más amplia.
Los niños son capaces de memorizar un poema solo con leerlo o escucharlo un par de veces. La musicalidad y rima de los versos, así como sus frases cortas y sencillas permiten ejercitar la memoria con gran facilidad.
La poesía estimula la memoria auditiva y rítmica. Con ella, el niño podrá desarrollar su creatividad, imaginación y comprensión de conceptos —que cada vez serán más complejos—, de una forma más amplia. Además, contribuye a la asimilación y el uso de nuevo vocabulario.
La poesía es clave para fomentar el aprendizaje artístico.
La poesía tiene ritmo, música, dramatización, interpretación, memorización… es decir, un sinfín de características artísticas que aportan grandes beneficios, tanto a nivel académico como social. Por eso es fundamental para su correcto desarrollo.
La poesía les enseña a apreciar la música.
Los niños encuentran en las estructuras rítmicas y en los matices de la poesía, nuevas y distintas sensaciones que, habitualmente, no pueden hallar en los cuentos. Es por ello que la poesía y la música, desde muy pequeños, les gusta tanto.
¿Qué otras cosas la poesía puede hacer por nuestros hijos?
La poesía potencia el desarrollo de la paciencia.
El niño que lee en voz alta un poema, para no perder la gracia del mismo, irá aprendiendo —con el tiempo— la importancia de la respiración, las pausas y la cadencia de cada frase.
Por otro lado, leer poesía a nuestros hijos es una invitación a la relajación. De nuevo, la musicalidad de los versos juega un papel fundamental a la hora de relajarles.
Leerles poesía en la cama, justo antes de dormir, les ayudará a conciliar el sueño.
Leer poesía con nuestro hijo, además de ser un momento de máxima y amorosa complicidad en el que fortaleceremos nuestros vínculos, puede ser de gran ayuda, también, a la hora de tratar temas concretos que le preocupen al niño o de explicarle situaciones que le resulten complejas. Eso sí, es importante elegir poemas adecuados a su nivel de comprensión.
¿Qué papel juega la poesía con respecto al mundo del niño?
Quizás, lo más importante de todo sea que la poesía, al ser una expresión de la cultura y la sociedad en la que el niño se debe insertar, es fundamentar para ayudarle a entender el mundo en el que vive.
No hay que olvidar que la poesía es un excelente recurso para trabajar valores tales como la amistad, la felicidad, el amor… y el que quizás sea el más humano y el más necesario de todos: la empatía.
La poesía, también, es una excelente herramienta para fomentar el gusto por la lectura en el niño.
¿Qué más necesitas?
La poesía lo tiene todo, es amor a primera vista para ellos y una oportunidad maravillosa para estrechar lazos con tu hijo.
¡No lo pienses más y disfrútala! ¡Compártela con él y sumergíos ambos en su magia!
Espero que me cuentes tus experiencias ahora que sabes lo mucho que la poesía puede hacer por tus hijos ¡y también por ti!
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Yo estoy encantada de tenerte aquí y te veo muy pronto, en el siguiente post.
2 comentarios
Que bonito que des su lugar a esos creadores de mundo , gracias por tus palabras , es todo tan especial o mejor dicho lo haces todo tan especial
Muchas gracias Carmen, eres puro amor!!!
¿Cómo sería el mundo si leyésemos más poesía desde que somos pequeños? Ahí lo dejo.
Un beso.
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