Imagina

Imagina que eres feliz.

Imagina que el tiempo se dilata y contrae a tu voluntad.

Imagina que formas parte de un puñado de nubes pasajeras, que en su transcurrir, alimentan los primeros tallos del año.

Respira.

Ahora imagina que puedes hacer feliz a otro y que de esa música imperceptible que escapa de la sonrisa, ves florecer la empatía, allá a donde mires.

Imagina que viajar es un regalo y que, aunque la rutina te arrastre siempre a los mismos lugares, piensa que todos los senderos que pises, hablan de ti. De tu manera de caminar, de esa cancioncilla que tarareas con las manos en los bolsillos, sin que te des cuenta. De las miradas discretas que regalas a otros transeúntes, de tu manera de escuchar el viento a través de las ramas de los árboles. De tus latidos.

Imagina que puedes.

Imagina que (quién) eres, que (qué) sueñas, que ríes…

Imagina que vives.

Imagina.

Y empieza.

Imagen destacada: Calob Castellon.